Y camine por aquel puente en el
que solía ir de a dos, con el bullicio insoportable de siempre, aquel
ensordecedor sonido de los carros y el cuchicheo de la muchedumbre…
Y camine a paso de procesión, y
de pronto el viento que siempre solía acariciarnos, comenzó a mover aquel
puente que nunca estuvo quieto…
Debo confesarte que nada ha cambiado por esos lares, todo aún sigue igual, pero yo ya estoy vetado de seguir el camino…
Debo confesarte que nada ha cambiado por esos lares, todo aún sigue igual, pero yo ya estoy vetado de seguir el camino…
Intento ocultarme debajo de aquel
puente donde solíamos decirnos hasta luego, con la despedida más emotiva y
hermosa que el amor ha conocido; donde por causas de la noche el bullicio se
silenciaba, el puente se quedaba quieto y el viento se volvía cálido…
La herida se ha abierto, la magia
me cubre con un manto que roba mi dolor, y solo puedo observar aquel lugar que
fue nuestro lugar de despedida y donde salimos expulsar amor a montones…
Se ha acabado, pero sigo aferrado
a esa idea de que vuelvas abrazarme tan fuerte, como si presintieras que mi
final llegó…
Y al final de todo, lo nuestro se ha vuelto un vestigio…
Krizz
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